Las Fintech
Se habla mucho estos días de los nuevos servicios financieros de banca electrónica, algo que se ha bautizado como Fintech y si leéis prensa económica es raro que no haya alguna referencia al tema un día sí y otro también.
La cuestión es además, que muchos en la calle no acaban de creer que algo tan poderoso como la banca esté en riesgo y mucho menos por algo que unos chavales con mucho entusiasmo y poca experiencia financiera, montan en una oficina barata de un barrio dudoso.
Los bancos tiene 500 años de historia y hasta ahora nadie ha podido evitarles. Son tan grandes que no pueden caer. SI, si. Con la banca hemos topado y otras frases similares se oyen con frecuencia en las conversaciones de fin de semana frente a un Gin-tonic.
Como los amigos y conocidos saben que soy el rarito que hace cosas de esas de Internet (En lugar de dedicarme a algo serio), en una oficina barata de Bilbao (En el centro, eso sí) me preguntan mi opinión, no porque me vayan a hacer mucho caso sino porque parece que soy el único que entiende para que sirve Facebook (Algo que les impresiona cantidad)
Suelo responderles que en la vida no hay nada seguro, y menos el futuro, pero que en mi experiencia puedo contarles algunos detalles que veo día a día. Por ejemplo en esta humilde casa compramos material directamente a China. La primera vez hice un pago fuerte a un proveedor en Hong Kong a través de mi banco habitual (Uno de los que conoces).
Durante 4 días estuve temblando a la espera de que el me confirmase que había recibido la pasta y cuando fui al banco a preguntar qué pasaba si había un error en el número de cuenta, la de la ventanilla me dijo que mejor que no, porque santa Rita Rita, lo que se da….
Me costó 60€ la transferencia y finalmente el chino me confirmó que había recibido la tela y me enviaba el pedido, pero para entonces había perdido 4 días. Hoy le pago al chino con PayPal, y la transferencia y confirmación es instantánea, 5 segundos para tener conformidad y además la comisión la paga el que recibe el dinero.
¿Por qué tardan los bancos 4 días en realizar una transacción electrónica? Se llama caradura.
Soy usuario habitual de tarjetas de crédito desde que tenía 17 años. Lo encuentro cómodo y práctico, pero últimamente estoy pagando con PayPal en donde puedo, que incluye muchas gasolineras y hasta más de un centro comercial, y me gusta, porque funciona como una tarjeta de débito.
Los cargos son instantáneos y no tengo que preocuparme por el saldo y además la cuenta de PayPal es gratis, mientras que las varias tarjetas de crédito que llevo, son de un coste de entre 30 y 50 euros al año cada una.
Tengo mucho cariño a mi banco por el buen trato que recibo. Hace un par de meses por un saldo negativo en mi cuenta de 0,8 € me cargaron una comisión de descubierto de 10€ lo que ha reforzado mi compromiso y lealtad para con ellos.
Si en poco tiempo el pago por móvil se convierte en na realidad, que ya va siendo hora, ni siquiera vamos a necesitar tarjetas de plástico porque ya nadie salimos sin teléfono de casa, con lo que el chollito de las Visas irá disminuyendo con rapidez y el negocio pasará a las operadoras de telefonía.
El asunto de Bitcoin que todo el mundo vapulea sigue ahí larvado a la espera de que salga adelante y se convierta en un estándar, a lo que ya se acerca bastante, pero en cualquier caso si no es Bitcoin será otro, e inaugurara una época de dinero valido sin intervención estatal ni bancaria y esto son malas noticias para bancos y estados.
El único reducto que les quedara a los bancos son los préstamos a empresas y los hipotecarios. No es que yo crea que esto es un negocio pequeño, pero la competencia electrónica va a ser cada vez más dura porque bastará con un buen sistema de préstamos y cobros en la web y con requerimientos de información electrónica pueden hacer que la red de oficinas se torne obsoleta con mucha rapidez.
Los créditos se solicitan enviando papeles a un email y si se aprueba te dan hora en la notaria a firmar sin que llegues a verle la cara al Web Bank, si acaso a un abogado de tu zona que firmará en su nombre por poderes.
Al eliminar personal, oficinas y compromisos con la administración, el interés puede bajar hasta márgenes impensables para un banco convencional porque sus gastos son mínimos.
Y en cuanto a los hipotecarios, que queréis que os diga. Últimamente no conozco a nadie que haya pedido uno y he oído que a algunos incluso se lo han concedido, pero no lo tengo confirmado.
La gente joven con la que hablo, de esos que deberían estar echando cuentas sobre el hipotecario, ni se lo plantean. No llegan de ninguna manera posible y eso trabajando los dos.
Así que si eliminamos poco a poco los ingresos por tarjetas de crédito, pasamos los pagos cotidianos a los teléfonos y reducimos al mínimo los créditos de consumo e hipotecarios el negocio disminuye drásticamente.
Sumemos ahora la competencia feroz de nuevos agentes con estructuras mínimas y servicio concebido y desarrollado desde la web con gastos de explotación despreciables frente a la banca tradicional, que irá apareciendo con rapidez y acabamos de describir la tormenta perfecta para la banca convencional.
El entramado de fuertes regulaciones (Que además no sirven para evitar las crisis financieras) desarrolladas para impedir la irrupción de nuevos operadores de banca puede convertirse en una trampa legislativa para los ya establecidos, porque su capacidad de reacción a los cambios es mínima y sin embargo la competencia nueva correrán como galgos tras la presa.
¿Solución? Más regulación, impedir la competencia, tratar de asegurar el monopolio y el control estatal de los bancos nacionales… pero al final, ¿Cuándo ha impedido la regulación algún cambio de calado?
A lo más que puede aspirar es a retrasarlo y si lo hace, los usuarios o sea, tu y yo, estaremos cabreados porque sabremos que nos han estado timando mientras han podido y ahora que no pueden, hacen anuncios de chicas sonrientes apelando a nuestro historia común para convencernos de que han cambiado.
Las cosas están cambiando y van a cambiar más, y no solo en la banca. Estamos en medio del mayor experimento de cambio tecnológico que ha visto la historia… y está acelerando.
Oponerse a ello es humano, pero procura que no te pille desprevenido porque no hay quien lo pare. Por mucho que duela.