El desfase tecnológico europeo
Estos días están los periódicos informando de la preocupación que la comisión europea tiene por el hecho de que todo el negocio de la información online esté en manos de empresas no extranjeras y de cómo prepara planes para colocar a las empresas europeas en cabeza de esta tecnología.
¡Menuda carcajada se me ha escapado al leerlo!. Casi como la que me produjo leer hace unos meses, que la comisión quería atajar la dependencia tecnológica europea de los microprocesadores de Intel y AMD desarrollando tecnología propia local.
Ciertamente Europa se ha quedado atrás en unas tecnologías clave para el futuro. Disponer de información fiable y masiva sobre los hábitos de compra de los ciudadanos mundiales, o de sus aficiones e intereses es clave en el negocio online y en cualquier decisión de fondo sobre los hábitos de los ciudadanos, y para ello se requieren tecnología adecuada y facilidades para que esas empresas tecnológicas dispongan de los datos.
Es triste, pero en Europa no se dan ninguna de las dos condiciones. La primera, la tecnología, porque llegamos tarde y porque se necesita financiación adecuada para crecer a nivel mundial y en Europa se espera lograr esa financiación con subvenciones controladas por la comisión.
La segunda la facilidad de conseguir esas información, porque la CCEE ha sido enemiga de ella desde el primer momento poniendo problemas, leyes, multas y obstáculos para evitarla. El resultado es que las empresas americanas se han hecho con el mercado europeo… y naturalmente la CCEE espera evitarlo legislando, multado y poniendo obstáculos varios.
¿Y cómo piensa la comunidad atacar el problema del retraso tecnológico? Pues no lo dicen, pero me permito adivinar: Impuestos y enormes subvenciones a programas públicos de investigación tecnológica, algo que lleva años fallando miserablemente y porque la Europa social no cree en absoluto en la libre empresa o en la investigación tecnológica privada. Buena prueba de ello es precisamente este intento de poner en marcha programas públicos de ayudas a donde ellos deciden. Algo que puede funcionar si hay empresas interesadas en participar… poniendo su parte.
Pero no es la primera vez que Europa pierde el tren tecnológico…ni será la última. Fíjense en el asunto de la Inteligencia Artificial, el Blockchain, el Big data, tecnología 5G, los teléfonos móviles y varios otros, donde el retraso ya es evidente. Cuando se investiga en universidades con subvenciones y se hace casi funcionarios a los que dirigen las investigaciones pasan cosas como esa y ahora la competencia no es solo USA, ahora los chinos vienen pisando fuerte y es probable que USA no pueda aguantar el tren.
¿Y eso porque? ¿Por qué China está avanzando a pasos enormes en investigación y desarrollo empresarial?
Primero porque es un país enorme con un enorme potencial humano. Pero también lo era hace 50 años y entonces no estaba en el asunto ¿Por qué hoy si está en primera fila?
Si Europa de verdad quisiera colocarse en vanguardia de la tecnología estudiaría el caso chino con mucho detalle y aplicaría lo que descubra, porque funciona. Pero ¿Cuántos crees que va a hacerlo? Europa ha tenido el ejemplo americano delante durante 80 años y no ha querido investigarlo. Prefiere criticarlo y hacer leyes que les alejen del mercado europeo en lo posible.
No vamos a renunciar a internet, Google, Amazon, Facebook, Apple, Microsoft y un largo etcétera, pero les pondremos impuestos especiales para que no se pasen y limitaremos su acceso a los datos de nuestros ciudadanos, claro, porque los datos de los europeos son de Europa naturalmente.
No tengo miedo a las empresa americanas citadas porque lo que quieren es sacarnos la pasta vendiéndonos cosas, pero no estoy tan seguro de que Europa quiera mi dinero, que también, sino que han dado muestras de sobra de que quieren esta información con fines menos prosaicos… y me preocupa mucho, mucho, que sea para otros objetivos menos confesables.
Europa es un laboratorio de ingeniería social y eso suele tener implicaciones más siniestras en manos de políticos con pocos escrúpulos, de los que la comisión está llena y el control interno muy escaso o nulo. Hablad con cualquiera que haya trabajado en las instituciones europeas y os pondrán los pelos de punta.