Autoabastecimiento energético
Hemos asistido en los últimos meses al circo mediático organizado por un maestro de la puesta en escena, Elon Musk, para presentar su último “invento” unas baterías de alta capacidad y larga duración con las que ofrece revolucionar el mercado doméstico de energía.
Mr. Musk es bien conocido por ser un multimillonario que se ha ganado a pulso el título y el puesto, porque parece un Midas de la tecnología y lo que toca se convierte en oro. Sus proyectos incluyen naves espaciales, coches eléctricos y ahora baterías.
Es bien conocido por sus coches eléctricos Tesla, que son la envidia de cualquier rico con pretensiones de salvar el planeta, pero que además marcan un futuro a los coches que harían bien en tomar nota el resto de fabricantes de automóviles mayoritarios.
No solo son Open hardware, sino que además son eléctricos y con unas prestaciones que son la envidia de cuantos los prueban. El inconveniente, aun, el precio: Unos 72.000 €
Para conseguir los 300 caballos que presenta, han tenido que rebuscar baterías eléctricas que les permita ofrecer la autonomía de uno 350 km (Aunque nada se dice de lo que tarda en recargar) y la idea ahora es ofrecer este tipo de baterías a los hogares, como una solución domestica que permita acumular energía en horas de baja demanda y reutilizarla en momentos de pico.
Ni la idea, ni las baterías que presenta son nuevas, pero con ese fino instinto comercial que le es natural, ha montado un circo para presentar su proyecto. Y no nos parece mal, muy al contrario somos conscientes de la estafa que suponen los costes energéticos en Europa y cualquier medida que sirva para paliarla nos merece aplausos entusiastas, pero… con la iglesia hemos topado Sancho.
No hay que ser muy despierto, para comprobar que de la factura energética, la parte del león corresponde a los impuestos y tasas varias con que se carga, simplemente porque es una forma fácil de pelar al sufrido ciudadano, en una cuestión de la que no se puede escapar.
Tanto en la luz como en la gasolina la inmensa mayoría del precio son impuestos, no materias primas. Y es que la voracidad de los modernos estados es infinita y desvergonzada, porque no importa lo que recauden, no es suficiente. Necesitan más y más y la cosa no va a ir a mejor.
Por eso cualquier solución para auto abastecimiento energético a base de baterías o generación personal, como instalaciones domesticas fotovoltaicas o eólicas a pequeña escala individual, va a chocar frontalmente con la voracidad fiscal estatal, que legislará con rapidez en contra.
En España acaba de aparecer un borrador de ley al respecto, que aún puede cambiar mucho, pero las ideas básicas que presenta son nítidas y de vergüenza ajena: Necesidad de inscribirse en un registro público cualquiera que genere energía, incluso aunque no pretendas venderla.
La idea obvia es compensarles los impuestos que dejan de sacarte por otros sitio, para que al final te de igual, y la ley sirva como herramienta disuasoria al auto consumo.
Las eléctricas tiene un enorme negocio que no están dispuestas a soltar, y los gobiernos no piensan dejar de ingresar ni un joído euro porque tu decidas que te lo montas sólito, así que la solución es una ley vergonzosa.
Para complicar un poco más el problema y el precio, la ley contempla la exigencia de que cualquier proyecto de estas características esté visado por la distribuidora actual (Aunque parezca increíble), que crearan una empresa de 4 amigos para revisar los proyectos con el precio que ellos consideren y que te podrán poner todos los problemas del mundo. De nuevo la zorra cuidando del gallinero
Y por supuesto, una redacción de la ley en la resulta difícil saber lo que se puede y lo que no, y en la que cualquier descuido en su aplicación, (Se creará seguro un organismo especial que vele por su cumplimiento) provocara una multa fulminante, para que sepas quien manda.
En otras palabras, unos productos e iniciativas energéticas que van en la buena dirección y una ley que trata de impedirlo a toda costa mientras pueda, porque unos no quieren perder su chollo y los otros la recaudación que les permite mantener los sueldos de políticos idiotas dedicados mas a beneficiar los intereses de los amigos que a defender los legítimos intereses de los ciudadanos que les pagan un excesivamente generosos salario que no se ganan.
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