La amenaza de la IA

Cuando a principios de los 80 la IA o Inteligencia Artificial se estableció en las universidades americanas como una actividad seria y respetable, se empezó pensando que sería posible diseñar programas que replicasen si no toda, al menos parte de la actividad mental del cerebro humano que llamamos inteligencia,  y todo el mundo se puso a trabajar prometiendo avances espectaculares en pocos años.

35 años después, el resultado es un desierto desolador y las deserciones hacia otros campos no solo han sido masivas sino que probablemente en este momento nadie tiene idea de cómo abordar semejante problema. Solamente las redes neuronales han dado algunas alegrías a los expertos en IA.

Quizás por eso, y porque Internet nos ha hecho entrar en la época del Big Data, se ha desarrollado otro tipo de estrategia, menos ambiciosa, pero más pragmáticos y orientado a resultados: Usar la ingente cantidad de datos disponibles en Internet, para que al hacer análisis estadísticos de ellos obtengamos pequeños resultados prácticos que permitan avanzar la especialidad.

O sea, hemos pasado de intentar desarrollar inteligencia consciente tal y como la entendemos nosotros (Por pura incapacidad) a simularla mediante estudios estadísticos por un lado y redes neuronales por otra, cuyos resultados son los únicos que permiten ser optimistas en futuros desarrollos de Inteligencia Artificial, así con mayúsculas

El problema del enfoque estadístico es que es un campo nuevo e inexplorado y que faltan matemáticos y analistas de estos datos, con lo que solo las muy grandes corporaciones pueden sacar partido de ellos y se los rifan por sueldos astronómicos. (Os acordáis de eso que hablamos siempre de la necesidad del STEM)

Y en cuanto a las redes neuronales se ha avanzado mucho en estos años, pero con un problema de lo más molesto: Cuando una red neuronal llega a una solución válida, rara vez es capaz de explicar por qué, y eso es algo que a los humanos nos deja un regusto amargo en la boca.

Los resultados prácticos de este nuevo enfoque y del más clásico de redes neuronales, están siendo especulares desde el principio y es lo que nos ha ido trayendo el Google translator, Siri y tantos otros programas IA que ya están en servicio desde hace tiempo sin que hayamos llegado a darnos mucha cuenta de ello.

Y naturalmente, tanta IA escondida por ahí ha provocado miedos en los comentaristas y tertulianos varios de mayor o menor conocimiento y han llegado a la imaginativa conclusión de que estamos amenazados por una inminente rebelión de malvados robots que ansían  aniquilar a la raza humana de la faz de la tierra.

No hay periódico o televisión que no publique cada poco tiempo que tal o cual eminencia ha advertido contra los supuestos peligros de las Inteligencia Artificial, y se organizan sesudas reuniones para debatir el supuesto problema.

Sé que hay gente de mucha inteligencia preocupados por esta cuestión y no espero que la opinión de un indocumentado como yo cambie nada, pero no me puedo resistir a expresarla aquí:
¡La peña está colgada, que dicen en mi pueblo!.

Creo que hay una diferencia crucial entre ser capaz de analizar datos , en busca de un objetivo fijado externamente (Por humanos), y ser capaz de fijar tus propios objetivos de forma autónoma, porque nos acercamos a las entidades conscientes con capacidad para ello. Y me temo que las IA actuales están muy lejos de esto segundo.

Creo que el miedo a las IA agresivas dice más de nosotros, de nuestros temores y de nuestros fantasmas,  de lo que dice de los peligros reales de ellas.

Cuando el Homo Sapiens compartía la tierra con los Neandertales, nuestros ancestros se aseguraron de liquidarlos a todos alegremente.  No quedó ni uno. Somos descendientes de asesinos compulsivos, que le vamos a hacer, y no hay duda de que nosotros estamos dispuestos a aniquilar a cualquier oposición real o imaginaria. Pero suponer que las maquinas pueden hacer lo mismo es suponer que son como nosotros y que por ese debemos establecer medidas preventivas, y eso me temo que es mucho suponer.

La IA está a muchos años aun de tener consciencia y voluntad propias y sospecho que si un día se diera ese conflicto los malos no serían las máquinas… sino nosotros. Ya comprendo que esto no da para una película de miedo, porque no somos nosotros los amenazados, pero la conclusión más probable es que no permitiríamos la competencia y aniquilaríamos cualquier atisbo de inteligencia no humana a la primera de cambio y sin remordimientos.

Piensa por ejemplo: ¿Aceptarías derechos civiles de una maquina si se demuestra que es consciente y sensible? ¿O preferirías desenchufarla y evitar el problema?  ¿Considerarías reprobable matar a una maquina que piensa y se asusta de morir? ¿O simplemente lo justificarías diciendo que es una maquina y que en realidad solo esta programada para hacerte creer que tiene sentimientos?

No aceptamos siquiera derechos de los animales que son claramente conscientes de sí mismos y ciertamente sensibles, por razones tan absurdas como que los animales no tienen alma, o tal vez porque los Dios los puso ahí para que los dominásemos (Razón que históricamente suelen argumentar todos los pueblos que esclavizan a otros, por cierto)

No. No creo que las maquinas estén próximas a rebelarse. Sencillamente porque aún no tienen ni la conciencia ni la voluntad de una simple hormiga, y porque falta muchos años para acercarnos a ese problema. Y por eso preocuparnos ahora de cómo evitar la rebelión de los robots de guerra es bastante absurdo, porque aún no comprendemos como fabricar maquinas inteligentes aunque vayamos aprendiendo a programarlas para que hagan cosas que antes no podíamos ni imaginar, y que nos hacen sentirnos amenazados

No podremos evaluar si ese riesgo es real, o simplemente la paranoia de una raza dispuesta aplastar cualquier oposición. Cuando sepamos cómo fabricar esas máquinas con una cierta inteligencia y supongo que una cierta consciencia, quizás podamos evaluar razonablemente el riesgo que puedan presentar. Pero me temo que eso aún queda muy lejos y cualquier discusión al respecto me parece prematura.

Pero si después de todo las maquinas se mosquean y deciden acabar con la raza humana espero que se hayan leído este post en el que las pongo bien y me perdonen la vida porque soy coleguilla.