La situación actual de Linux
Llevo muchos años instalando Linux, en sus diferentes sabores, con ganas de que por fin pueda dejarlo instalado, pero al final siempre lo desinstalo en favor de Windows, y es que a pesar de que tiene muchas ventajas y méritos, al final, sus defectos pesan, para mí, más que sus virtudes y siempre tengo ese regusto de que es algo que está a punto … pero siempre falla en el último minuto.
Sé muy bien que la elección de sistema operativo, acaba siendo una especie de guerra santa contra el infiel y os aseguro que no busco molestar a nadie con estas líneas (Yo soy OS agnóstico), pero me apetecía probar la última versión de KDE, la15.04, que es mi entorno gráfico preferido en Linux y por eso me descargué el ultimo Kubuntu.
Creo que la historia recordará a Linux, como la primera demostración del poder que el trabajo en comunidad a escala planetaria puede lograr. Toda la complejidad y sofisticación de un sistema operativo moderno, desarrollado mediante voluntarios al margen de la financiación y dirección de una compañía comercial con ánimo de lucro. Asombroso e increíble hasta no hace tanto tiempo.
Linux ha sacado del mercado a prácticamente todos los UNIX comerciales que al principio se burlaban de él, mirándole con sonrisa sardónica. Y lo ha hecho manteniéndose libre de ataduras y sin otra preocupación que diseñar el mejor sistema posible.
Y es que Linux como Sistema Operativo puede codearse con cualquiera incluyendo Windows y Mac, no está aquí el problema.
Tampoco lo está en el entorno gráfico, KDE lleva años siendo un escritorio viable en Linux con niveles crecientes de sofisticación y me ha encantado la nueva versión KDE 5, es elegante, es ágil, permite gadgets y sacar tus iconos a la pantalla, e incluye un conjunto razonable de herramientas para empezar.
EL entorno Gnome, en cambio, no me ha gustado nunca. No es cuestión de opinar sobre gustos, pero si quiero decir que Linux nunca ganará adeptos con un sistema pensado por y para los fieles.
El problema está y siempre ha estado, en las aplicaciones. Para decirlo pronto… Si Linux y KDE son de primera división y juegan con quien haga falta dignamente, las aplicaciones de que disponen, en general, dejan mucho que desear.
Aunque existen aplicaciones muy interesantes en Linux y de nivel profesional, como el Libreofice, Apache, MySQL, Eclipse y tantas otras, son las pequeñas aplicaciones día a día las que son bastante chapuceras y tumban las posibilidades de dejar instalado Linux en mi máquina.
En cuanto te sales de sota caballo y rey las aplicaciones Linux son un desastre completo. Mal diseñadas, peor presentadas y con absoluto desprecio por el tiempo de los usuarios inexpertos. Un completo batiburrillo de aplicaciones a medio desarrollar y que hay que configurar mediante ficheros de texto (Manda huevos) y que aparecen y desaparecen como setas al chaparrón.
Sí. Hay aplicaciones profesionales magnificas, de pago y de acceso libre. Si, hay muchas aplicaciones. Pero en general son un completo y rotundo asco.
De hecho conozco a más de un Linuxero que se ha pasado a Mac OSX porque al final, Mac es un Linux (Un BSD en realidad) pero con interface bonito y con aplicaciones decentes aunque pocas (SI, muy pocas comparadas con Windows)
Es sorprendente, Linux ha triunfado en lo difícil, que era desarrollar el Kernel moderno, la red y el entorno gráfico y donde de verdad falla clamorosamente, es en lo fácil. En atraer a desarrolladores serios y profesionales y convencerles de que hay dinerito a ganar en Linux.
Linux necesita con urgencia grupos dedicados a normalizar aplicaciones como es debido. Aplicaciones coherentes entre los diferentes sitemas y sabores del SO. No puede ser que si cambio de KDE a Gnome no sea capaz de reproducir un mp3 o tenga que leerme un joido manual.
Y no os digo nada si el cambio es de un Ubuntu a un RedHat o aun SUSE, son diferentes planetas. La guerra de guerrillas está bien hasta cierto punto, pero en este momento, el entorno de aplicaciones, necesita una dirección unificada como lo tiene el kernel o el entorno gráfico. Es estúpido desarrollar cada uno su programita a medio acabar y competir con los otros 100 para lo mismo y que ninguno sea practico al final.
Mientras que no cambie la mentalidad del linuxero típico y entienda que el SO no es para ellos sino para los millones de personas que lo vamos a usar para correr cosas vulgares, como procesadores de texto y ver películas, no tendrá ninguna posibilidad.
Y es una desgracia, porque un Linux sensato, nos permitiría desvincularnos de los intereses comerciales de los grandes, que desarrollan las características de sus OSs no porque nos convenga a los usuarios, sino por interés de lucro, lo que es legítimo… pero muchas veces en conflicto con los intereses de los usuarios.
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